Tras días de confinamiento, un primer paseo sirve para percatarse de nuevas sensaciones. Algo invisible y omnipresente se ha colado en nuestras vidas; no debo tocar nada, debo sortear a otros viandantes y si me despisto son ellos los que me rehúyen. Hasta la naturaleza parece llevar máscara.
Una fotografía muy interesante, realmente es la impresión que da, la de llevar máscara.
ResponderEliminarUn abrazo y salud,
Muy bien vista, y muy bien resaltadas las texturas de la corteza
ResponderEliminarLos chopos de la ribera, ya tienen todos tu nombre...
ResponderEliminarPues es verdad, así vamos... ¡no tocar, no se me acerque!
ResponderEliminarTodos queremos salir; en la gran ciudad, todos queremos salir y que los demás se queden en casa, o al menos que vayan por otras calles.
PODI-.
Muy guapa!!!...Gato..Máscara... Cada uno que en su propio mundo perciba su necesidad...bs Pilar
ResponderEliminarSin duda el árbol también nos teme. Buena entrada, Pili. Me ha gustado mucho el contenido de tu bloc. Si no te importa, me quedo por aquí.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hermosa imagen.Creo que mas que encierro es la falta de libertad que se siente
ResponderEliminarMuchas gracias a todos Miguel, Joaquín, Jesús, Carlos, Isabel, Jordi y Mucha por vuestra visita y comentarios. Salud para todos.
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