Pilar Capuz Luesma (retrato a carboncillo)
Hija de agricultores y la mayor de cinco hermanos, cuatro hembras y un varón a los que sorprendió una guerra cruel e injusta, como todas.
Con el carro y una mula la familia decidió partir hacia Barcelona, allí tuvieron que dejar lo poco que llevaban. Los hombres por un lado y las mujeres y los niños por otro. A través de La Junquera, mi abuela Adelaida con sus cinco hijos, uno de ellos recién nacido, pasaron a Francia como refugiados. Allí fueron acogidos por una buena familia que les dio cobijo, escolarización y afecto, a la que siempre estuvieron agradecidos, aunque tras regresar a España nunca volvieron a saber de ellos, no había medios, ni eran tiempos para descuidarse de las acuciantes necesidades que había que resolver día a día.
Las cuatro hijas féminas poco podían hacer en Sariñena por lo que, como muchas mujeres monegrinas, tuvieron que emigrar a Cataluña para servir, en jornadas interminables y por un módico sueldo que tan solo les daba para comprar alguna sábana con la que completar su ajuar.
Se casó muy enamorada con mi padre, Mariano "el Francés", carpintero, futbolista y persona maravillosa y entrañable. En su hogar humilde y con no pocas penurias, dónde yo no encontraba a faltar nada, nacimos sus tres hijos. Pasaron los años y llegaron seis nietos y seis bisnietos; estas fueron sus mayores alegrías y a quienes entrego toda su vida.
Se superaron muchos achaques y hasta se salvaron de la mayor tragedia que yo recuerdo en Sariñena, el accidente de Verín, donde fallecieron tantos amigos y a cuyo viaje no fueron por motivos de salud.
La vida le volvió a dar un duro revés con el fallecimiento de mi padre.
Poco a poco el tiempo va diluyendo los sueños que la realidad acapara para si.
Sin previo aviso, un enemigo cruel e invisible, al que han dado en llamar COVID-19, ha cerrado sus ojos para siempre.
Nació en el mes de mayo, el mes de las flores. En sus macetas, castigadas por el cierzo y los fríos de invierno, siempre surgía la primavera.
A mi madre le gustaban las flores.
Hermoso y merecidísimo recuerdo a la mamá.
ResponderEliminarImpresionante, enhorabuena por estas preciosas líneas 😘
ResponderEliminarEmotiva semblanza. Sólo añadir que también era una excelente cocinera.
ResponderEliminarOstras Pilar, lo siento muchísimo.
ResponderEliminarUnas palabras e imagen tan preciosas como llenas de dolor y emotividad.
Recibe un fuerte abrazo.
Ostraaaasss, jooo... lo siento mucho; esto nos va tocando a todos en mayor o menor cercanía,... Además, sin velatorios, sin funerales,... Un poco tus palabras vienen a cubrir provisionalmente este antinatural no-compartir en persona al que nos vemos obligados.
ResponderEliminarSon momentos tristes, corresponden post tristísmos, por tanto.
PODI-.
Un bonito recuerdo saber de su vida,a la hora de partir nos convertimos en recuerdo. Os deseo que este dolor se convierta en homenaje en unos días!!!besos para todos
ResponderEliminar¡Cuánto lo siento, Pilar! No es lo mismo escuchar todas las cifras y estadísticas que estos días nos llegan por todas partes que, como en tu caso, ponerle nombre y apellidos. Me ha impresionado el cariño y la admiración por tu madre que se trasluce tanto de la fotografía como de tus palabras. Lamento lo sucedido.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y cuídate mucho.
Querida Pili,al leer esa veraz y maravillosa historia,fuentes de lágrimas han salido de mis ojos. Ese recién nacido era mi padre. Lo único que me consuela es que,están ya juntos en el cielo Y desde allí velarán nuestros sueños. Un beso
ResponderEliminarAl leer el título de tu última entrada en mi lista de blogs he imaginado que no me iba a encontrar con buenas noticias ... lo que se ha confirmado al leerla. Solo te puedo decir que lamento mucho tu pérdida, una de las muchas que se están produciendo en estos aciagos días de, principalmente, gente que luchó contra viento y marea en uno de los mas convulsos momentos de nuestra historia para ver como les arrebataba la vida este silencioso asesino. Mucho ánimo ...
ResponderEliminarPreciosa entrada-homenaje a la madre.
ResponderEliminarMi más sentido pésame y un fuerte abrazo.
Gracias a todos por vuestra visita y comentarios. Son tiempos difíciles, pero saldremos adelante y volveremos a las calles y al campo con nuestras ilusiones...
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