El buitre leonado, con una envergadura de más de dos metros y entre 7 y 11 Kg. de peso, es una de las mayores aves que surcan los cielos de Aragón.
Debido a las nuevas normativas por las que se prohíbe abandonar animales muertos, fuente de alimentación para estas aves carroñeras, se ha puesto en peligro la subsistencia de estas extraordinarias rapaces. Gracias a la ubicación por toda la geografía aragonesa de comederos regulados se ha paliado, en parte, la falta de alimentos para estas poblaciones necrófagas y se está contribuyendo a su supervivencia.
Una experiencia diferente de la mano de Manuel Aguilera
Cuarenta años dedicado a los buitres dan para mucho.
Ram, Pinto, Pistolo, Canela, Zagal… son algunos de los nombres con los que se dirige a ellos.
"Ellos os ven a vosotros como bichos", nos dice Manuel.
Y dirigiéndose a sus amigos los buitres "No os los comáis, que los he traido contados"
Una experiencia única que cambia la percepción temerosa que podemos tener hacia estos animales. Ante la seguridad que nos transmite Manuel y estando a dos metros de ellos, solo podemos sentir admiración.
Tal como aparece en su web el Fondo Amigos del Buitre (FAB) es una entidad conservacionista sin ánimo de lucro. Tiene como fin la protección, conservación y divulgación de las aves carroñeras y sus hábitats. Sus principales actuaciones son la manutención de comederos artificiales para buitres, alimoches y milanos, así como cebaderos para quebrantahuesos en el Pirineo Aragonés y sus estribaciones.