Aun con calcero precario, empecemos con buen pie
No hace mucho tiempo, los varones de clase humilde, principalmente en las zonas rurales, utilizaban albarcas a diario. En verano a pie suelto y en invierno con recios calcetines de lana que las mujeres de la casa, principalmente las abuelas, confeccionaban con mimo.
En principio se supone que eran íntegramente de cuero, pero con la proliferación del automóvil se comenzaron a confeccionar a partir de neumáticos reciclados para las suelas, así como el cerramiento sobre los dedos hasta la mitad del empeine y una pieza para el talón. Los materiales de sujeción solían ser de cuero y cerradas con hebillas. Eran otros tiempos.
Ciertamente hoy en día es difícil verlas.Muy buena la foto
ResponderEliminarMuchas gracias Joaquin por tu visita y comentario. Saludos.
EliminarComenzar el año con buen pie, es importante.
ResponderEliminarAunque se ha utilizado tanto en invierno como en verano, por su diseño parece más bien para los días de calor, no lo veo muy propicio para un día de invierno con la nieve cubriendo al suelo, aunque quién soy yo para decirlo si no tengo nada de experiencia con la nieve, si en mi ciudad raramente podría nevar.
Por este terreno tampoco es facil ver nevar, pero frio doy fe que si que hace y que se llevavan estos calceros en invierno tambien puedo asegurarlo. Saludos.
EliminarHace años mi esposa volvió de España con varios pares de ese calzado, aunque de artesanía citadina. Un amigo rumano, cuando se las vio puestas, comento que en su pueblo se usan tal cual las mismas y comentó que ellos las llaman "abarcas".
ResponderEliminarBuenas fotos...
Albarcas o abarcas es lo mismo. Saludos Daniel.
EliminarPreciosas las fotos...me traen recuerdos de niñez, las he conocido en casa y creo que conservo unas en el pueblo... me ha alegrado verlas
ResponderEliminarAbrazos
Muchas gracias Esmeralda. Mi abuelo las utilizaba. Un abrazo.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarAlbarca, abarca, madreña, galochas, zuecas, todas rondaban por casa de mis tíos y abuelos; lógico, labradores leoneses y gallegos, había que entrar en la cuadra o andar por la aldea los días de lluvia. Luego llegabas a casa, dejabas la madera fuera y entrabas con el pie limpio y seco. En casa tengo un par que me regalaron y bien bonitas que son.
ResponderEliminarSalu2