24 de marzo de 2013
PASEO POR EL GALACHO DE JUSLIBOL
A escasos minutos de Zaragoza podemos disfrutar de un espacio natural único y singular, el galacho de Juslibol.
El galacho (palabra aragonesa que define a un meandro abandonado por el río) se formó tras la gran inundación del Ebro en 1961.
En la década de los años 70 se extrajeron áridos de las graveras que el río había depositado en el meandro abandonado; los pozos de extracción se hicieron tan grandes que se llego hasta el nivel freático, dando lugar a un conjunto de lagos, entre el antiguo y el actual cauce del río.
Las crecidas periódicas inundan todo el espacio y junto con las aguas subterráneas alimentan galacho y lagos.
La superficie de agua libre disminuye cada año, colonizada por la vegetación de carrizos y aneas que, paulatinamente, serán sustituidas por el bosque de ribera.
Arboles y otras plantas pueblan estas riberas, según su resistencia a las crecidas y sus necesidades de agua: sauces, álamos, chopos, fresnos y olmos conviven con arbustos y lianas en una auténtica selva enmarañada que sirve de refugio a la fauna autóctona.
La naturaleza ha hecho bien su labor, convirtiendo un espacio degradado en un entorno con una gran calidad estética.
Más de 100 hectáreas de río, galacho y lagos, bajo la atenta mirada de los frágiles cortantes de yeso, esculpidos por la acción erosiva del río, el viento, la lluvia y el hombre, dan al paisaje podemos observar todo el entorno.
El acceso, restringido a peatones y ciclistas contribuye a hacer de este lugar un entorno agradable donde disfrutar de la naturaleza.
14 de marzo de 2013
MONASTERIO DE SUSO San Millan de La Cogolla
Monasterio de Suso en San Millán de la Cogolla.
(Suso del latin sursum significa "arriba")
Declarado por la UNESCO en 1997 Patrimonio de la Humanidad por razones históricas, artísticas, religiosas, lingüísticas y literarias.
Aquí vivió recluido hasta su muerte a los 101 años el anacoreta Aemilianus (Millan).
El pequeño monasterio se construyo alrededor de la celda rupestre del ermitaño, entre un frondoso bosque.
En la visita podemos observar los distintos estilos arquitectónicos que se fueron superponiendo a lo largo de los tiempos: visigótico, mozárabe y románico.
La importancia cultural de Suso se manifiesta en la colección de manuscritos y códices que de allí salieron y que le hacen ser uno de los principales escritorios de la Edad Media española. Es el marco en el que va a surgir la que hoy es la más antigua manifestación escrita de la Lengua Española.
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