Acaba otro año y empezamos uno nuevo con la convicción de dejar atrás la pesada carga de lo negativo, con la fantasía de hacer un punto y aparte pero, ¡no nos engañemos!, tan solo se trata de un punto y seguido.
Vivimos tiempos convulsos en los que la violencia, la corrupción y las injusticias ya no sorprenden a nadie. Somos parte de una película de dimensiones y director desconocidos.
Hasta la Naturaleza parece integrarse en el argumento con una furia desproporcionada.
Incluso el calendario de antiguas civilizaciones entendieron necesario un cambio para este punto de la historia.
Por el bien de esta sociedad maltrecha, os deseo a todos vosotros y a mi misma, un Año Nuevo en el que tengamos la osadía de luchar por un mundo mejor y seamos capaces, también, de esforzarnos por crear en nuestro entorno un escenario de amor y de ilusión.
Así, quizá todos consigamos disfrutar de un Buen Año.